Abordajes de la hidroterapia
En los pacientes intervenidos de una artroplastia de cadera, es necesario llevar a cabo una rehabilitación que facilite la adaptación de la prótesis al paciente. Así como conseguir mejoras en la musculatura que se ha visto afectada por la intervención y recuperar una buena capacidad funcional. Existen evidencias científicas que pueden demostrar que dicha rehabilitación puede aportar grandes beneficios si se sigue un programa de prescripción de ejercicio adecuado.
Después de saber los beneficios que el ejercicio físico aporta a las personas con una prótesis de cadera es importante conocer y saber aplicar los parámetros de entrenamiento específicos. Este es un apartado más complicado porque no existe mucha información publicada, ni suficiente acuerdo entre los diferentes autores que proponen programas de rehabilitación. Según un estudio publicado en el año 2009, el Sistema Nacional de Salud instaló en España a lo largo de un año 19.015 prótesis de cadera (Allepuz, Serra-Sutton, Espallargues y Sarria, 2009). Cabe destacar un estudio realizado en Estados Unidos que refleja el aumento de las intervenciones de cadera en 25 años (2005-2030) y que nos muestra que este será del 174% para las intervenciones de cadera (Kurtz, Ong, Lau, Mowat y Halpern, 2007).
Por lo general, estos pacientes no suelen tener una condición física muy buena, pues el dolor en la articulación previo a la intervención dificulta cualquier tipo de ejercicio. Además, el número de personas que adoptan un tipo de vida más sedentario tras una artroplastia de cadera es elevado. Y estos aspectos sumados al deterioro en el organismo provocado por la intervención hacen que los niveles de condición física sean bajos.
La mayoría de las personas que se someten a una artroplastia de cadera realizan únicamente como rehabilitación las sesiones de fisioterapia recomendadas. Esto, junto al sedentarismo que ya hemos dicho, dificulta que se recupere la funcionalidad muscular.
En la actualidad encontramos estudios sobre la evidencia científica de la eficiencia de los ejercicios de hidroterapia en la recuperación de pacientes con una artroplastia de cadera. Di Monaco y Castiglioni (2013) demostraron el beneficio de los ejercicios acuáticos para la rehabilitación tras la artroplastia de cadera con un programa de ejercicios en el agua que concluyó con mejoras significativas en las tres subescalas WOMAC.
Otros autores como Rahman, Brauer y Nitz (2009) comprobaron que un programa de ejercicio acuático puede ayudar a la recuperación de la fuerza de abducción. Dicho programa ayudó a mejorar la fuerza de la cadera en los pacientes intervenidos. Los autores señalan que son muchos los ejercicios que se pueden hacer en el agua porque permite disminuir el peso que soporta la extremidad del paciente y por tanto el dolor y las molestias pero a su vez fortalece la musculatura afectada por la artroplastia.
Al parecer, según los investigadores, un programa de fisioterapia acuática, es decir técnicas y actividades de hidroterapia, tiene efectos positivos sobre la rápida recuperación de la fuerza y del rango de movimiento después de la operación de prótesis de cadera, además de considerarse segura en la fase temprana postoperatoria.
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